SER BUENA PERSONA
Ser buena persona no es sinónimo de ser ingenua, es elegir actuar con empatía, respeto y honestidad, incluso cuando nadie está mirando. Esta actitud no solo construye relaciones más sanas, también te da paz interior, fortalece tu autoestima y atrae lo bueno de los demás. Hacer el bien, al final, siempre vuelve.